¿Son las TICs el camino para el logro de aprendizaje?

Las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICs) son utilizadas diariamente por la gran mayoría de nuestros estudiantes. Sin embargo, es importante reflexionar sobre su impacto en el complejo proceso de la enseñanza-aprendizaje. ¿Es realmente imprescindible su uso para cumplir los logros de aprendizaje que nos planteamos en cada sesión de clase? ¿Qué tanto impacta en nuestros estudiantes (que están acostumbrados a utilizar recursos multimedia) las ayudas audiovisuales que con tanto esfuerzo preparamos? ¿Lograrán entender o aprenderán mejor con los múltiples recursos que la tecnología nos ofrece? Si las TICs son el mejor camino para el logro de aprendizajes, ¿qué sucede con los estudiantes que no las utilizan? ¿Aprenden menos o no aprenden? Estas, y probablemente muchas más, son un sinnúmero de preguntas que los docentes nos hacemos cada vez que tenemos que planificar una sesión de clases.

El eje principal de estas reflexiones gira en torno al uso de las TICs y a veces olvidamos que nuestros estudiantes son personas y como tales tienen singularidades que debemos identificar si queremos lograr que aprendan a aprender. Ciertamente, cuando planificamos una sesión de clases nos sentamos largas horas a indagar en nuestros apuntes, libros y buscar videos o preparar presentaciones en PowerPoint, pero ¿qué hay de la forma como aprenden nuestros estudiantes? Al margen de que se utilicen o no las TICs en clase, la función docente implica el desarrollo de competencias en nuestros estudiantes. ¿Sabemos entonces qué estrategia utilizar para que un estudiante en particular pueda desarrollar todas sus potencialidades y sea capaz de verificar sus aprendizajes?

Retos en la formación universitaria

Cambios en la enseñanza: las transformaciones que deben tener lugar en la enseñanza: redefinir el trabajo del profesorado, de replantear las Funciones de la Instituciones, de cambiar los espacios educativos, la Formación de Profesorado.

Aspectos sociales de las TICs: estamos plenamente inmersos en la sociedad de la información y el conocimiento. Esta sociedad generará un nuevo tipo de analfabetismo: quienes no sepan trabajar con las TIC.

El “factor humano”: una constante ha sido la de llamar la atención acerca de la necesidad de humanizar las relaciones, no debemos olvidar que las TIC son sólo herramientas y que nunca se debe perder la dimensión humana en el proceso de enseñanza/aprendizaje.

La necesidad de formación en TICs: Se reconoce la necesidad de recibir formación.

La gestión del conocimiento: la necesidad de profundizar en este nuevo concepto: “Este movimiento o esta actividad es lo que se conoce como Gestión del Conocimiento. Está debería ser la línea de actuación de los Centros de Formación del Profesorado.

Necesidad de los asesores y su propia formación tecnológica. La creciente implantación de las nuevas tecnologías en las aulas ha puesto en evidencia la necesidad de que los asesores deben de tener formación en los nuevos procedimientos metodológicos que las tecnologías favorecen. El nivel de competencia tecnológica es un tema a debate. ¿Los asesores deben de ser expertos informáticos? ¿Las tareas de los asesores son exclusivamente pedagógicas? ¿Hasta qué punto se puede asesorar hoy a los centros TICs sin poseen una adecuada formación tecnológica?

De gestores de formación a gestores del conocimiento. La función de asesoramiento debería ampliarse desde la mera gestión de acciones de formación para incorporar las tendencias actuales en relación con la gestión del conocimiento.

Más colaboración y trabajo en red. Quizás el principal desafío que hoy en día tenga planteada la figura del asesoramiento es el de saber incorporar las posibilidades que las nuevas tecnologías nos ofrecen para el desarrollo de un modelo de formación más basado en el aprendizaje colaborativo y el intercambio de experiencias que en la mera transmisión.

Vincular lo local con lo global. Si las nuevas tecnologías nos permiten funcionar en red ¿no es normal que en una red se integren profesores que desarrollen proyectos de temáticas similares independientemente de cual sea su asesor de referencia? Constatamos que la rutina y las prácticas burocráticas derivadas de la progresiva institucionalización de la formación han generado estructuras con un referente tan local que se ven dificultadas para superar las limitaciones geográficas que las caracterizan. Algún asesor apuntaba en esta línea: “La red de redes, el intercambio de experiencias entre centros, los contactos con alumnado de otras comunidades, de otras culturas, pueden favorecer el tratamiento de estas temáticas”.

Asesores a tiempo parcial. La progresiva generalización del uso de las nuevas tecnologías puede permitir que los docentes con algún conocimiento que ofrecer, puedan poderlo a disposición de cualquier otro profesor o grupo de profesores. En este sentido las asesorías virtuales pueden ser utilizadas para completar el siempre escaso personal asesor con el que cuentan los Centros del Profesorado.

E-learning: el asesor como teleformador. Si estamos al corriente de los desarrollos que está teniendo las aplicaciones de las nuevas tecnologías en el campo de la formación no nos resultará desconocido el término e-learning . E-learning representa una propuesta de formación en la que la interacción de la persona que aprende con los contenidos, las metodologías, los recursos, así como los formadores se realiza a través de medios electrónicos. Esta opción de formación puede desarrollarse completamente a distancia o bien en una modalidad intermedia en la que se realizan algunas sesiones presenciales (también denominado “blended-learning”).